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viernes, 29 de febrero de 2008
viernes, 30 de noviembre de 2007
momento cache

Sentado en el Country (viernes 23:15), tomando un vinito, escuchando el filtro de la pileta hacer su labor, no puedo evitar focalizar mi atención en la fiesta adolescente que acontece next door.
Niños de unos 13 anos, a pleno bailando y cantando. Chicas y chicos alborotados. Olor a PATY en el ambiente. Vasitos de plástico. De repente, TEMAZO. "Un amigo es uuun, amiiigooo; un amigo eees una luuuz, brillando en la oscuuuriiidaaad...... siempre seras mi amigoooo, no importa nada maaaas..."
Me emocione. Me acuerdo como si fuese ayer, que cantaba con my friends.
Grosso.
Para todos los que estamos en Horno.
sábado, 9 de junio de 2007
Yo no voté.
Durante años fui consiente y responsable del hecho de emitir mi sufragio. Siempre presté atención en mis clases de instrucción cívica.
Esa firme convicción de que el destino de muchos ciudadanos y habitantes de mi país, provincia o municipio, se forjaba en el consiente popular y se materializaba en los resultados finales de una votación enorgullecía mi espíritu ciudadano, hacia que sintiera en carne pertenecer a la nación, ser argentino.
Los años también fueron plagados de acertijos difíciles de resolver, intrincadas relaciones comenzaban a tejerse con el firme albor de la democracia. 10 años habían pasado ya y me encontraba ante mi posibilidad de elegir. Y así lo hice. Pero lamentablemente descubrí el misterio. Todo dejó de tener gracia. El Cuarto no era oscuro. Tenía luz. Y merced a ella comencé a ver los hilos de una maraña de poderes e intereses que nada tenían que ver con el colectivo.
Ese sobre, pleno de deseos, ilusiones, convicciones e ideas tenía precio. Se podía comprar, contar dos veces, quemar, violar, anular o dejar en blanco.
Nuestros representantes fueron vistos del lado del bien y del mal, pero ahí, justo cuando todo estaba ante la vista, cuando la olla se había destapado, se iban a ir todos...(los indeseables)!!! No. El cinismo aflora. Nuevamente "nuestros representantes" se reinventan. Vale todo. Nos podemos asociar para pensar lo mismo ahora que no me conviene pensar como pensaba antes. Las ideas no sirven ni valen ni pueden ser perdurables. Los gobiernos gobiernan para la historia que ellos mismos escriben, mientras, cual Alejandría queman todas las ideas, convicciones, ilusiones y deseos que teníamos apenas un tiempo atrás. Las proyecciones inmediatas se sostienen lo que tardan en caer del escritorio de algún funcionario al piso.
Quien no quiera tener futuro deberá ocuparse primero, de erradicar el pasado. Y grandes especialistas ha tenido nuestro país.
De nuestra memoria pende la moral de nuestras elecciones.
Por todo lo anterior no voto. Fui engañado, manipulado, robado y comprado, fui parte y responsable de que mi país haya perdido gran parte de su cultura, gran parte de su historia, gran parte de su futuro.
Ya no más. Dejé de ser parte de esa endeble idea de gobierno representativo, republicano y federal. No necesito estar lejos. no necesitor pasarme un kilometro los quinientos. No quiero ser parte de esto.
A mi descontento no le alcanza un voto anulado, un voto en blanco o un voto por la menos peor de las ofertas. No me sirve. y me duele. En cada elección debo negar mi amor. debo dejar constancia de que hay gente que dejaron, porque se la olvidaron, fuera del sistema que erigieron unos pocos, para el bienestar de unos pocos, maquiavélicamente, con el apoyo de muchos. Pero en un mundo de ciegos, tuerto es el rey.
De nuestra memoria depende el futuro de nuestras elecciones. Elegir para crecer, Elegir para construir, Elegir con la idea de recordar siempre que elegimos, para que nuestros actos y hechos del futuro sean válidos y legítimos.
Esa firme convicción de que el destino de muchos ciudadanos y habitantes de mi país, provincia o municipio, se forjaba en el consiente popular y se materializaba en los resultados finales de una votación enorgullecía mi espíritu ciudadano, hacia que sintiera en carne pertenecer a la nación, ser argentino.
Los años también fueron plagados de acertijos difíciles de resolver, intrincadas relaciones comenzaban a tejerse con el firme albor de la democracia. 10 años habían pasado ya y me encontraba ante mi posibilidad de elegir. Y así lo hice. Pero lamentablemente descubrí el misterio. Todo dejó de tener gracia. El Cuarto no era oscuro. Tenía luz. Y merced a ella comencé a ver los hilos de una maraña de poderes e intereses que nada tenían que ver con el colectivo.
Ese sobre, pleno de deseos, ilusiones, convicciones e ideas tenía precio. Se podía comprar, contar dos veces, quemar, violar, anular o dejar en blanco.
Nuestros representantes fueron vistos del lado del bien y del mal, pero ahí, justo cuando todo estaba ante la vista, cuando la olla se había destapado, se iban a ir todos...(los indeseables)!!! No. El cinismo aflora. Nuevamente "nuestros representantes" se reinventan. Vale todo. Nos podemos asociar para pensar lo mismo ahora que no me conviene pensar como pensaba antes. Las ideas no sirven ni valen ni pueden ser perdurables. Los gobiernos gobiernan para la historia que ellos mismos escriben, mientras, cual Alejandría queman todas las ideas, convicciones, ilusiones y deseos que teníamos apenas un tiempo atrás. Las proyecciones inmediatas se sostienen lo que tardan en caer del escritorio de algún funcionario al piso.
Quien no quiera tener futuro deberá ocuparse primero, de erradicar el pasado. Y grandes especialistas ha tenido nuestro país.
De nuestra memoria pende la moral de nuestras elecciones.
Por todo lo anterior no voto. Fui engañado, manipulado, robado y comprado, fui parte y responsable de que mi país haya perdido gran parte de su cultura, gran parte de su historia, gran parte de su futuro.
Ya no más. Dejé de ser parte de esa endeble idea de gobierno representativo, republicano y federal. No necesito estar lejos. no necesitor pasarme un kilometro los quinientos. No quiero ser parte de esto.
A mi descontento no le alcanza un voto anulado, un voto en blanco o un voto por la menos peor de las ofertas. No me sirve. y me duele. En cada elección debo negar mi amor. debo dejar constancia de que hay gente que dejaron, porque se la olvidaron, fuera del sistema que erigieron unos pocos, para el bienestar de unos pocos, maquiavélicamente, con el apoyo de muchos. Pero en un mundo de ciegos, tuerto es el rey.
De nuestra memoria depende el futuro de nuestras elecciones. Elegir para crecer, Elegir para construir, Elegir con la idea de recordar siempre que elegimos, para que nuestros actos y hechos del futuro sean válidos y legítimos.
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