a veces hay que escribir por el ejercicio de escribir nomás. Ayer revisando el blog me di cuenta de que antes posteaba más seguido, después lo empecé a hacer por obligación y ahi paré, porque no me interesaba sentir el blog como una responsabilidad.
También me empezó a pasar (error del que aprenderé) que bastante gente que conocemos empezó a saber de la existencia de este espacio para comunicarnos, y me hago re cargo de que en alguna ocasión (muy pocas) fui yo la que conté que existía este blog y cual era mi seudónimo y después me vi perjudicada por eso. Con esto no quiero decir que no quiero que nadie lea el blog. Quiero decir que prefiero que lo lean bloggers o gente que llega a él por un comentario en otro blog pero no me gusta sentir que no puedo escribir sobre algo porque se me va a armar un kilombo o voy a ofender a alguien. Este para mí es un lugar de desahogo, hay momentos de turbulencia, donde plasmar lo que me pasa en un párrafo me ayuda a sentirme mejor, donde exponer una teoría respecto de las relaciones humanas y que me la refuten en los comments me sirve para entender, momentos donde identificar y sacar hacia afuera un sentimiento que me está tomando me sirve para sublimarlo y deshacerme de él. Es como si lo viera irse, flotando, cuando sale. Casi como un exorcismo.
Ya sé que podría tener otro blog, pero no solo sería otro blog sino también otro seudónimo, y "asiqbueno" milagrosamente me sigue gustando tanto como el primer día. Sacar otro nick, y otra cuenta gmail, y de alguna manera linkear los blogs para llevar las visitas de uno a otro (porque si me voy, me llevo a wallyzzz, a florence y a todos esos que sin saber quien soy me siguieron desde el principio) me parece un chino. Y si relaciono los blogs, aunque sea sutilmente, creo que a la larga me descubrirían de vuelta como cuando todos nos dimos cuenta al toque de que LG de Ciega a Citas era Bestiaria aunque ella lo negaba.
Así que por ahora voy a seguir acá, tratando de escribir lo que pueda y lo que no pueda irá a un cuaderno como los que usé toda mi vida antes de la era digital. Dejando que pase un poco el tiempo y que la "renovación del público" (ni yo me lo creo) me permita refugiarme de vuelta en el anonimato.
Gracias a los del círculo íntimo, que veo cara a cara y que saben quien soy por insistirme tanto para que escriba y por hacerme saber que disfrutan mis palabras.
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jueves, 16 de julio de 2009
miércoles, 16 de enero de 2008
confesión

Hace dos días fui al súper, uno de los grandes a donde una nunca tiene tiempo ni ganas de ir y termina cayendo en las garras del chino de la esquina. Mientras paseaba frente a la góndola de los congelados veo un producto que llamó mi atención: "cebolla congelada" y detrás la aclaración: YA CORTADA. Por un momento paró el mundo a mi alrededor. Y empezó el debate mental, que sí, que no, que no podés ser tan vaga, que está bueno, que este es el colmo de los colmos, que el mundo ha llegado a la decadencia, que antes estas cosas no existían y nadie se moría por picar una cebolla, que a veces me da fiaca y me lloran los ojos, que bueno, la llevo y veo qué onda, qué es un huevo, que quizás vale la pena y pagaría cualquier cosa por este producto... y la llevé. A pesar de que va en contra de la mayoría de los discursos que doy a veces, con un poco de verguenza pero bastante aliviada mientras pensaba en la tarta que iba a hacer a la noche la lancé en mi carrito mientras pensaba en este post.
Sólo puedo decirles que la tarta estaba deliciosa, y que... bueno.... que no tuve que picar cebolla ni someterme a su castigo lacrimógeno cuando intento cortarla.
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