miércoles, 21 de enero de 2009

la previa de la vacaciones

No hay nada que genere más cambios en mi humor y trastornos es mi personalidad que la previa de las vacaciones. La alegría me desborda y si el viaje tiene una mínima de complejidad, también la obsesión. En este caso, me voy el mismo viernes por 4 días a Uruguay, vuevo el martes muy tarde, y el miércoles por la mañana parto a la Patagonia. Con lo cual hay algunos detalles que se resolverán el martes por la noche tarde y valijas que se armarán el miércoles por la mañana temprano. Mis días laborales, los últimos, transcurren con fluidez, porque convengamos que ya nada nos importa demasiado, y con pequeños fantasmas del tipo "no me tengo que olvidar de dejar dicho que xx" porque no vaya a ser que me llamen. No sé por qué, pero aunque sea la pregunta más pava y no nos cueste nada resolverla, cuando alguien del trabajo nos llama en vacaciones, arrastra junto a su voz una oleada de recuerdos que remiten a la existencia de un mundo que habíamos olvidado, a una oficina habitada por personas difusas pero conocidas, voces familiares, e inevitablemente recordamos todo lo que habíamos dejado pendiente para la vuelta. Así que por lo general me encargo de no dejar nada librado al azar, así me aseguro de que no me van a llamar y obligarme a conectarme con aquello de lo que me quiero desconectar.
Ante tanta expectativa también empiezan las dudas: "no será demasiado tantos días en x lugar?" y el gozo que genera la respuesta: "Veremos, si no da, nos vamos a otra parte". No hay nada que no me guste de las vacacione, bah, una sola cosa: volver.

1 comentario:

Todo Termina dijo...

pero, una pregunta, como atendes a gente relacionada con el trabajo en vacaciones!!?? no mamita, eso si que no. nunca tenes que dar el tel en donde te pueden ubicar, eso no se tranza, son VACACIONES!
por dios relajate.
y pasala bomba en tus merecidas vacaciones.