Una de mis canciones preferidas se llama "Sunscreen song", la escribió una australiana y la hizo famosa Baz Luhrmann, el director de Moulin Rouge que, by the way, es una de mis películas preferidas.
La canción es un gran libro de autoayuda que tira pseudo verdades para ser feliz de las cuales comparto varias por ejemplo: "Keep your old love letters, throw away your old bank statements" o "Do one thing every day, that scares you."
Otro de los súper consejos de vida que tira este tema es "Do not read beauty magazines, they will only make you feel ugly". E inevitablemente desde que convertí este tema en mi lema de vida allá por el 2001 cada vez que agarro una Vogue y veo lo que son las minas me vuelve la frase a la cabeza. Porque vamos chicas, seamos sinceras, a todas las mujeres nos gustaría cambiar algo de nuestro cuerpo. Todas comentamos como la guacha de no sé quien que aparece en bolas en lo de Tinelli no tiene ni un gramo de celulitis o como tal modelo tuvo dos hijos y está como si nada.
Se pregunatrán a qué viene este post y que tiene que ver con el videíto de ahi abajo. Lo que tiene que ver es que cualquiera, y repito CUALQUIERA que se haga esa cantidad de cirugías, que vaya dos veces por semana a la peluquería y se cambie el color tres veces por año con la mejor colorista de Buenos Aires y de ahí se vaya
a lo de Sandra Dillon a que le pongan electrodos en el culo y la metan en una cápsula de ozono puede cambiar radicalmente. Y para más pruebas mirénla a Iliana Calabró a los 21 en este videíto que está dando vueltas por ahí (atención a como la gastan Guinzburg y Castelo). Porque seamos sinceras, la mina era un bicho y uno ahora la mira desde su casa y piensa "Qué lomo!" y sigue reflexionando: "Que ganas de estar así a los 40, yo voy a estar hecha mierda, llena de celu. Si ahora no se me marcan los abdominales imaginate después de tener hijos" y todas las variantes posibles de estos comentarios.
Chicos, como todos sabemos, la belleza de las revistas y la tv engaña. Todas esas mujeres de las cuales pensamos "¿Cómo hace?" se sienten de la misma manera frente a otras mujeres y no se animan ni en pedo a bailar sin medias, a hacer una sesión de fotos sin que las súper retoquen con PhotoShop o a enfrentar una cámara de TV sin la iluminación correcta. Y si se quieren ver mejor (sólo si esto les parece importante) toménselo como un trabajo, gasten todo su sueldo en un instituto de estética y chiven toda la lechuga que comen en el gimnasio. Sino me creen, mírenla a Iliana de antes y a la Iliana de ahora y comprobarán que la disciplina y el dinero invertidos en fines frívolos tienen sorprendentes resultados.
este video lo saqué de Eblog que a su vez lo sacó de que a su vez lo sacó de Codigo Retro