estuve medio cabizbaja, así como de capa caída, pensando que podía ser la luna o quien sabe qué porque no había pasado nada tan grave como para estar tan melancólica. Hasta que de repente se suspendió el fútbol del sábado, y con ello se abrió la posibilidad de un viaje. Rápidamente todo fue alegría, más que alegría euforia, y en un segundo, todos mis problemas, se habían esfumado.
Será que soy de Sagitario.
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3 comentarios:
peroooo ooooooooooooobviooooooooo
la verdad que cuando las cosas surgen así, de inersia, por dejarse llevar o dejarse fluir, el disfrute se agranda y queda en el mejor ropero de la memoria.
=)
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